A pesar de esta relación con Micaela, el 25 de abril de 1598 contrajo matrimonio con Juana de Guardo, mujer extraordinariamente vulgar, hija de un rico abastecedor de carnes, nunca hizo efectiva la dote que había prometido a su hija. Esos primeros años del siglo XVII nos presentan a un Lope que nos sigue asombrando por su desmesura: amores, a veces desgraciados y siempre difíciles, se entremezclan con una incesante producción literaria y teatral; en 1604 publicó una complicada novela, El peregrino en su patria, en la que insertó la lista de las obras que llevaba escritas hasta entonces; son 219 títulos y Lope tenía sólo 41 años. En 1608 rompió con Micaela Luján y se produce en él un arrepentimiento que puso de manifiesto en sus poemas religiosos; también aumenta su dedicación al hogar y a su hijo nacido en 1606 Carlos Félix. En 1609 publicó el poema Arte nuevo de hacer comedias, en el que explicaba su concepción del teatro y que se va convertir en el canon del teatro español de esa época: ruptura con los preceptos del teatro clasicista, mezcla de lo trágico y lo cómico, variedad de estilo dentro del decoro poético, versos y estrofas variadas, e intercalación de elementos líricos. En 1612 muere su hijo preferido, Carlos Félix, y un año después su mujer, Juana de Guardo; Lope sufre una gran crisis emocional y en 1614 se ordena sacerdote. Los actores y el público siguen asediándole para que continúe escribiendo comedias y eso hace, al mismo tiempo que vuelve a caer en amoríos. En 1616 conoce a Marta de Nevares, muchacha de 26 años que a los trece se había casado contra su voluntad con un mercader. Marta era guapa y estaba dotada para la música y la literatura: fue la Amarilis y la Marcia Leonarda de sus poemas y novelas. Lope vivió momentos de prosperidad económica.
En 1621 su hija Marcela ingresa en el convento de las Trinitarias, quizá para huir de la vida irregular de su padre; y ese mismo año su hijo Lope Félix salió de casa para iniciar la carrera de las armas, que le llevó a la muerte en un naufragio frente a las costas de Venezuela en 1634, lo que llenó de pena al anciano Lope. Hacia 1623 Marta de Nevares se queda ciega y luego pierde la razón; hasta que muere, en 1632, Lope estará a su lado cuidándola abnegadamente. En 1634 su hija Antonia Clara, tenida con Marta, de sólo diecisiete años, se fugó con un galán, llevándose joyas y dinero. Esta fuga y la muerte de su hijo Lope Félix le llenan de tristeza, y el 27 de agosto de 1635 muere en Madrid. La muerte de su gran poeta conmovió al público madrileño, que acudió en masa a su entierro.
La fecundidad literaria de Lope de Vega es impresionante; cultivó todos los géneros vigentes en su tiempo, dando además forma a la comedia. Escribió unas 1.500 obras teatrales, muchas de ellas perdidas, entre las que se encuentran auténticas joyas de la literatura universal como El comendador de Ocaña, El caballero de Olmedo, El villano en su rincón, El castigo sin venganza, La dama boba o El perro del hortelano. Fechar estas obras no es fácil, pero puede decirse que sus mejores obras teatrales están escritas a partir de la primera década del siglo XVII. Escribió novelas pastoriles La Arcadia (1598); novelas bizantinas, un género de novela de aventuras con tramas complicadísimas de origen griego El peregrino en su patria (1604); novelas cortas como Novelas de Marcia Leonarda (1621-1624), título genérico que subtituló Los pastores de Belén o Arcadia a lo divino y que incluyen Las fortunas de Diana, La Filomena, La desdicha por la honra, La prudente venganza y Guzmán el Bueno, todas ellas de estilo y argumento muy cervantino. Pero su gran obra narrativa es La Dorotea (1632), en la que un Lope septuagenario rememora sus amores casi adolescentes con Elena Osorio y cuya estructura es la de La Celestina en un claro homenaje a Fernando de Rojas. En su obra lírica fue más innovador en formas y contenidos y refleja con gran libertad su personalidad, ya que funde vida y literatura como siglos después hará el romanticismo. Entre sus poemas épico-narrativos destacan La hermosura de Angélica (1602), La Jerusalén conquistada (1609) o La Dragontea, (1602) y entre los burlescos La Gatomaquia (1634). Además, de todos los poemas intercalados en sus obras en prosa, Lope de Vega reunió sus poesías líricas en las Rimas (1602), volumen que contenía doscientos sonetos; las Rimas sacras (1614), el Romancero espiritual (1619) y las Rimas humanas y divinas del licenciado Tomé de Burguillos (1634).
Critica Sobre La Pelicula "LOPE"
Se rodó mayoritariamente en Marruecos donde se reconstruyó el Madrid de la época.
“Lope” era un viejo proyecto del guionista Jordi Gasull y nos muestra un periodo concreto de la vida del poeta y dramaturgo Félix Lope de Vega y Carpio (1562-1635), conocido como el Fénix de los Ingenios y figura clave de la literatura española del Siglo de Oro. El film nos lo muestra como un visionario que recién llegado del frente (la guerra) y en una precaria situación económica decide dedicarse a la poesía y al teatro y se verá inmerso en un triángulo amoroso. Sería una aproximación similar, salvando las distancias, a la de “Diario de Motocicleta” de Walter Salles sobre la figura del Ché Guevara.
En Lope
La cosmovisión que nos muestra el brasileño Andrucha Wadintong queda corta para un personaje de la envergadura de Lope y lo entronca con los héroes de capa y espada, y distorsionará la importancia de tan insigne figura para todas aquellas personas o generaciones que no conozca a este clásico.
La ambientación es correcta, pero sin grandes alardes.
Los actores no están ni bien ni mal, en términos generales, con escenas en las que funcionan y otras no tanto, destacando positivamente Pilar López de Ayala por su gestualidad y presencia escénica, y dentro de los secundarios Juan Diego y Antonio de la Torre, pese a que sus personajes tienen poca presencia.
Lope entretiene por momentos y sus tramas funcionan bien a nivel narrativo, pero la aproximación al prolífico Fénix de los Ingenios es prolija y de poco calado. Tenía mimbres para ser una buena película pero le falta densidad.
Es indiferente si se trata de un biopic o no, ya que las peripecias muestran una época concreta, podría ser un “Shackespeare in Love” con menor tejido literario y más dosis de aventura ligera.
Félix Lope de Vega se merecía una historia con más empaque, se ha buscado un tono demasiado comercial.